CARAVANAS

Vanellus chilensis, también llamado tero-tero, leque, avefría, alcaraván, pellar, queltehue, treiler y triel. 

Su aspecto es el de un ave pequeña, de colores poco llamativos pero muy elegante y estilizada, coronado por un pequeño y fino copete. Como herramienta de combate tiene debajo de las alas unas pequeñas prolongaciones óseas de color rojo, llamadas espolones, que usa en los vuelos rasantes que realiza para amedrentar a sus enemigos o cuando combate contra aves rapaces. Desarrollan actividad diurna y en ocasiones nocturna.

Los jóvenes se diferencian de los adultos principalmente por la ausencia de rojo alrededor del ojo y menor cantidad de tonalidades y bandas de colores en las plumas. Las diferencias entre macho y hembra no son detectables a simple vista, aunque las hembras son un poco más pequeñas que los machos.

Se alimentan de insectos y vertebrados pequeños como lagartijas, también de carne cruda. Para cazar hacen una pequeña carrera de dos o tres pasos, se detienen y lanzan un picotazo hacia adelante. Otra técnica que utilizan es revolver la tierra con sus patas para poder sentir las lombrices debajo de ella, la que luego extrae con el pico.

Una vez nacidos los pichones, padre y madre se ocupan del cuidado de los críos. Sin embargo, en los últimos años las observaciones de campo han planteado la posibilidad que haya más de una hembra por cada macho. Nidos con más de cuatro huevos parecen confirmar esta tesis. Sin embargo, un tercer sistema de cría es mucho más usual: el cooperativismo, bajo la forma de los denominados "tríos". El trío es una pareja más un tercer individuo que no tendría necesariamente que ser una hembra, sino que podría tratarse incluso de un macho emparentado. La función que cumpliría este tercero podría ser la de ayudante en la vigilancia y cuidado del nido.

Desde que estamos en la casa, no nos ha tocado ver pichones, sólo caravanas grandes. A veces solas, otras de a 2 y otras veces 3.

Febrero 2020, en diferentes poses
Marzo 2020, esta caravana está sola hace días, grita mucho y cuando llega alguna otra caravana, empieza a gritar más fuerte hasta que la hace abandonar este sitio. Aun no entendemos su comportamiento, por lo pronto le seguimos tomando fotos y ya logramos coger los ojos rojos.
A finales de marzo, vinieron 2 caravanas y Diego se dedicó a tomarles todas la fotos que pudo
Y luego otras 2 que mantuvieron las espuelas de las alas todo el tiempo afuera, algo estaban defendiendo

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